02 octubre 2006

Feliz

Me levanto por la mañana y veo que me siento feliz. Pienso por qué. El cielo brilla, por eso. Otros días fue porque había un precioso cielo oscuro, o una maravillosa tormenta. Otros días el cielo brillaba igual y no me sentía feliz.
No soy feliz porque el cielo brilla. Soy feliz porque soy así. Y cuando no lo soy, es porque no me da la puta gana y no tengo los huevos para reconocerlo.
Lo cuento en primera persona para que no me saquéis las uñas, más que nada, pero ya se sabe, el que se quiera aplicar el cuento...
Un saludo a tod@s.
Categoría en Del.icio.us:

01 octubre 2006

Reglas

Vivimos en un mundo limitado, acotado por todas partes. Todo son normas, reglas y límites. Nuestros cuerpos en sí mismos son límites también. Reglas, normas o límites, tienen su doble cara. La cara buena es la protección. Los seres humanos somos en general bastante obtusos y de corto entendimiento. Si el mundo en que vivimos no funcionara a base de límites, nos expandiríamos hasta que nos explotara la cabeza. No podríamos soportarlo, nos volveríamos locos.
La otra cara de la moneda es la carcel, la prisión. Los mismos límites que nos protegen, configuran nuestra celda particular y perpetúan nuestra cerrazón.
Normalmente cada persona acaba encontrando la manera en que es capaz de romper ciertas reglas o arquetipos para sí mismo, según sea capaz de asumir ciertos riestos sin demasiado peligro. Es lo que yo considero saludable: dedicarse a expandirse uno mismo, romper estándares, según se tenga la habilidad para asumir esa libertad de una forma sana.
Lo ideal para acabar con un límite es trabajarse para no necesitar la protección que aporta ese límite. Entonces, ya se está preparado para romperlo sin peligro.
La cosa se complica bastante cuando se trata de una pareja, se me ocurriría hablar por ejemplo de la fidelidad, pero hoy no me apetece seguir. Un saludo a tod@s.
Categoría en Del.icio.us:

16 septiembre 2006

Sueños 3: familiarizarse

En el budismo tibetano aprendí que meditación para ellos significa "familiarizarse". Se usa esta palabra porque para ellos la meditación es una técnica para familiarizarse con estados positivos de la mente.
Si os fijáis, esto es un principio de cualquier entrenamiento mental. Es parte de la naturaleza de la mente. Entrenar la mente significa hacer que ésta se familiarice con algo.
En el tema en el que estamos, viene muy bien este concepto.
En nuestros sueños hacemos muchas cosas que no hacemos en la vida diaria, pero básicamente nuestra mente mantiene la misma estructura, sigue teniendo los mismos hábitos. De alguna forma, repetimos en sueños el mismo esquema de comportamiento que en la vigilia.
Usaremos esto para despertar en el sueño.
El objetivo de esta práctica es despertar dentro de un sueño. Ser capaces de darnos cuenta de que estamos soñando.
Para ello, programaremos alguna alarma, o alguna rutina que nos avise cada cierto tiempo durante el día, por ejemplo el pitido del reloj que avisa cada hora en punto.
Cuando suene esa alarma, tendremos que dudar de la realidad. Mirad a un cartel y leed lo que pone. "Modas RositaMari". Después mirad a otro lado, y volved a mirar el cartel. "Modas RositaMari", ok, estoy despierto. Así funciona. En un sueño, la mayoría de las veces que se hace esto no pone lo mismo que antes, y así os daréis cuenta de que estáis durmiendo. Hay alternativas a lo del letrero, por ejemplo, intentad atravesaros una mano con la otra pensando que podéis hacerlo. En los sueños es bastante posible que así sea. Podéis inventar cualquier cosa que os sirva para confirmar si estáis despiertos o dormidos. Lo importante es que os creéis un habito de "dudar de la realidad" periódicamente. Si tenéis la suficiente constancia (diferente para cada persona), llegará el momento en el que lo hagáis durante un sueño por inercia, y ahí os daréis cuenta de que estáis durmiendo.
...
Bien, y ahora viene la otra parte: ¿qué puede pasar cuando os déis cuenta de que estáis durmiendo?
Hay varias opciones, dependiendo de la psicología de cada uno.
Las primeras veces lo más seguro es que os despertéis, bien por la emoción, o bien por el simple hábito de vuestra mente de despertar el cuerpo cuando la mente está despierta.
Superada esta fase, iréis controlando más el asunto para seguir dormidos despiertos.
A partir de aquí la práctica (según mi experiencia) puede desembocar en tres cosas distintas:
1.- Acabar despertando: puedes despertar de varias formas. De forma repentina, o a veces mezclando el sueño con la realidad. Ten en cuenta que tu mente está soñando pero se siente despierta, y pasa del mundo onírico al de la vigilia de forma poco convencional. Puede que al despertar pienses que has visto algo en tu habitación. Puede que algo de lo que estabas soñando permanezca unos segundos delante de tí como alucinación mientras estás despertando. No te asustes, es una simple transición de un estado a otro de tu mente.
2.- La parálisis del sueño: sobre esto hablaré en otro post largo y tendido. Básicamente se trata de que tu mente se despierta demasiado, antes de que lo haga tu cuerpo, y de repente, estás en tu cama y no puedes moverte. Esto tiene su explicación, pero como ya he dicho, hablaré en otra ocasión de esto. Lo importante que tienes que saber en esta situación es que lo mejor es estar relajado. Hay dos posibles salidas de este estado. Volver a dormirte, o despertarte del todo. Si ves que estás demasiado nervioso para volver a dormirte (porque la experiencia puede ser bastante angustiosa), opta por despertarte del todo. Lo último que tienes que hacer es forzar a tu cuerpo a moverse. Relájate y céntrate en la respiración. Esto me lo enseñó una maestra de yoga, y siempre me ha funcionado. La respiración es el nexo entre la mente y el cuerpo. Relájate, respira profundo, y ve sintiendo tu caja torácica mientras respiras. A partir de la respiración podrás ir sintiendo poco a poco todo tu cuerpo. Después podrás empezar a moverte despacio, pero lo primero es conectarse conscientemente con la respiración.
3.- El sueño lúcido. Este es el verdadero objetivo de esta práctica. Aquí lo dejo por hoy, porque esto si que es harina para otro costal.
Categoría en Del.icio.us:

Sueños 2: motivación

Antes de proponerse hacer un trabajo consciente con los sueños al nivel que sea, creo que es necesario plantearse la motivación.
¿Por qué hacerlo?
Normalmente, (lo digo por experiencia) no se tiene una sola motivación para hacer las cosas, sobre todo cosas de este tipo. Suelen coexistir distintos porcentajes de varias motivaciones, las más comunes estas:
- "me da morbo todo lo místico, quiero tener anécdotas de este tipo que contar a los demás".
- "me siento vacío, y me atrae todo lo que suena a oculto y esotérico porque espero que pueda llenar mi vida de significado".
- "quiero poder, quiero ser una persona poderosa mentalmente, y este me parece un camino para conseguirlo".
- "quiero controlar mis sueños para evitar tener pesadillas y poder tener siempre sueños placenteros a voluntad en los que cumpla todas mis fantasías".
- "quiero conocerme a mí mismo".
- "siento compasión hacia todos los seres, y me gustaría poder evolucionar mi mente con la ayuda de estas técnicas para poder ayudar a todos".
...
Estas y otras con sus variantes, son motivaciones posibles para que una persona decida hacer un trabajo consciente con sus sueños. Yo no voy a entrar a judgar cuál es mejor o peor. Solo digo, advierto, que la motivación que tengáis a la hora de practicar, condicionará para bien y para mal los resultados obtenidos.
Categoría en Del.icio.us:

22 agosto 2006

Embestidas

Esta es una historia que me conmovió profundamente cuando la escuché. Es el testimonio de un hombre que vivió en primera linea de playa el famoso Tsunami de Indonesia. Ya es bastante sorprendente que este hombre siga vivo, pero su relato creo que es aún más genial. Lo contaré en primera persona, que mola más.
"Me encontraba en la playa cuando ocurrió todo. Era uno de esos días en los que tenía por primera vez la mente muy despejada después de muchos días de crisis emocional y sentía la arena bajo mis pies como si fuera mía. Uno de esos días en los que puedes cerrar los ojos y sentir todo a tu alrededor en todas direcciones, y parece que tu espíritu llena todo ese espacio. De pronto sentí algo, una sensación de urgencia, no sabía qué era exactamente, pero algo dentro de mí parecía enviarme el mensaje de que era el momento. ¿el momento de qué?... Había estado pensando en los últimos días mucho en mi vida, recapitulando viejas historias, y sintiendo que aún envenenaban mis entrañas. Tenía la sensación de estar arrastrando lastres del pasado, y estaba muy cansado de hacerlo. De repente esa sensación interior de urgencia se hizo muy presente, y tomó una entidad: ha llegado el momento de dejar todos los lastres del pasado. Ha llegado el momento de ir hacia adelante. Miré al mar y observé las olas. Embestían una y otra vez las piedras de la orilla machacándolas y convirtiéndolas poco a poco en arena, igual que me machacaban a mí mis problemas. Durante muchos años había sentido que la vida era así, que consistía en aguantar las embestidas una y otra vez con resignación. Lo que no te mata te hace más fuerte. Pero ahora me daba cuenta de que todo eso no tenía ningún sentido. Lo que no te mata rápido te acaba matando poco a poco. Había vivido toda mi vida sometido a una moral castigadora, aceptando que el aprendizaje implica sufrimiento. La letra con sangre entra. Pero en ese momento hubo un click en mi cabeza. Nada de eso tenía sentido. Tantos años y años de recocerme a fuego lento en la misma mierda para solo aprender un pequeño matiz después de cada crisis.
Tenía que haber otra forma, y entonces lo vi claro. Un chaval que se bañaba en el mar me dio la clave. Ninguna de las olas del mar le embestía, porque él se adelantaba a ellas lanzándose de cabeza y las atravesaba. Así evitaba que le rompieran encima. Claro, eso es. Estamos siempre esperando en nuestras vidas a que las olas vengan a embestirnos, pero si nos adelantamos, si nos tiramos de cabeza a ellas, no nos harán daño. Algo cambió profundamente en mí en ese momento. Los colores del cielo y el agua se hicieron más vivos, los sonidos más armónicos, fue como una experiencia mística. Lo que pasó a continuación lo recuerdo de una forma muy distinta. Un médico me dijo que eso se llama "estado de conciencia alterada por liberación de endorfinas" (como si la puta endorfina fuera lo importante...). Pero bueno, los médicos suelen hacer mucho lo que yo llamo "decir sandeces".
Lo viví todo como en tercera persona, y a día de hoy no sabría asegurar si lo viví realmente o lo soñé. Una ola gigantesca del tamaño de un rascacielos se acercaba a toda velocidad a mí, y yo, movido como por una fuerza sobrenatural, una fuerza interior recién liberada, corrí y me lancé de cabeza contra ella. Lo siguiente que recuerdo es estar en una calle inundada casi sin respiración, y agarrado a la reja de una ventana. El resto os lo podéis imaginar. Hoy sé que algo en mi vida cambió ese día, y desde entonces no soy el mismo."
¿Os ha gustado?
Bueno, lo de que escuché esta historia era una mentirijilla. Me la acabo de inventar, es que soy tan creativo...
¿Pero qué más os dá? ¿Es que no habéis leido el post anterior?
Aprender no tiene por qué ser tan duro. A veces basta con lanzarse al agua y afrontar las cosas cara a cara, sin miedo. Es ese miedo el que nos hace quedarnos justo antes de dar el salto y la ola nos atrapa.
Nos gusta demasiado el recochineo del castigo, y aquí seguimos los desterrados hijos de Eva gimiendo y llorando en este valle de lágrimas (eso es un guiño a la tradición católica, ¿lo habéis pillado?... los de colegio de pago seguro que si).
Espero que la hayáis disfrutado y os haya hecho pensar cosas interesantes, esa era mi intención. Aunque si en lugar de eso os habéis puesto cachondos con lo de las embestidas, pues oye, cada cual...
Un saludo a tod@s.
Categoría en Del.icio.us:

Ficción

Tratándose de un libro como la biblia o alguno de sus fragmentos (la torá, los evangelios...), me importa bastante poco dilucidar qué partes son verdad y cuáles son ficción o fantasía. ¿Pensáis que desprecio de esta forma los textos sagrados?
En primer lugar, no creo que esos textos tengan por qué ser más sagrados que cualquier otro.
En segundo lugar, decir que algo pertenece o puede pertenecer al mundo de la ficción, no me parece ningún desprecio.
Me parece que la gente da demasiada importancia al rigor histórico. ¿En serio cambiaría tanto la cosa si Jesús de Nazaret fuera en realidad un personaje ficticio?
Bueno, está claro que cambiaría un poco el chollo de los mercaderes del templo (me estoy refiriendo a la iglesia católica y demás embaucadores, por si alguien no lo pilla) pero hablando en sentido absoluto, en importancia en sí de los textos... ¿qué importancia tiene que sea verdad o no?
Ficción. La ficción tiene demasiada mala fama. Creo que es estúpido dar menos valor a la ficción que a eso que se denomina por convenio como real.
Os guste o no, nuestras mentes están atrapadas dentro de una máquina de realidad virtual de eficacia avalada por siglos de experiencia llamada cerebro. Todo, señoras y señores, todo lo que ocurre en nuestras mentes es ficción.
A mí personalmente, no me molesta. No entiendo por qué molesta tanto a algun@s. No creáis por esto que caigo en el nihilismo. No se trata de destruirlo todo, de que nada importa. Está bien destruir los esquemas preconcebidos, pero solo para construirlos de forma más inteligente y sobre todo ecuánime (siempre me trae problemas esta palabra, no sé por qué).De lo que se trata es de saber escuchar profundamente, independientemente de que hable Jesús de Nazaret, Gandalf, o el Maestro Yoda.
Categorías en Del.icio.us: ,

14 agosto 2006

Mediocridad

La mediocridad es algo de lo que la mayoría de la gente huye, es algo que nadie quere ser.
Sin embargo... malas noticias, igualmente nadie quiere ser pobre, y mejor no hablamos de estadísticas.
Para mí ser mediocre está muy relacionado con la parábola de los talentos.
Estamos muy acostumbrados a valorar todo, a tasarlo. Judgamos a las personas contínuamente. Hay gente que judga a los demás por lo que dice, por como visten,... otros prefieren eso de "por sus actos los conoceréis", porque creen que las palabras se las lleva el viento.
Mi forma preferida de judgar a las personas es la que está relacionada con la parábola de los talentos.
Seguro que estáis pensando que cómo yo, una persona tan aparentemente anticlerical, puedo seguir una cosa tan aparentemente católica.
Las apariencias engañan. Las enseñanzas son enseñanzas, y las iglesias son las iglesias. En Ha habido y habrá otras ocasiones para hablar de jaurías de golfas, pero no hoy.
El ser humano tiene una cantidad alucinante de potenciales, pero dentro de las posibilidades, cada individuo nace con una carga (genética, kármica, llamadla como prefiráis) y un entorno muy determinados. Llamad a todo este conjunto talentos, y ya lo tenéis.
No se puede judgar a nadie por lo que dice, ni por lo que hace, ni por lo que es.
Lo realmente importante, es la diferencia que hay entre lo que era y lo que es ahora, lo que ha sido capaz de transformar.
La persona mediocre es la que se conforma, la que no desarrolla todo su potencial.
Es mucho más fácil conformarse cuando se está por encima de la media, así que... tened cuidado, grandes intelectos, porque puede que sin daros cuenta estéis siendo mucho más mediocres que esos que andan por ahí sin destacar, que han sido capaces de transformar una gran mierda en una semimierda medianamente aceptable.
¿No es mucho más mediocre nacer bastante lúcido y quedarse ahí?... ¿Cómo lo véis?
Categorías en Del.icio.us: ,

15 julio 2006

Sueños 1: el principio

El principio es realmente el final, ahora lo entiendo.
La lección es que los sueños son como la vida. La vida es como los sueños.
La cuestión es siempre estar lúcido o no. Estar consciente o no.
La diferencia entre un sueño lúcido y uno convencional, es la misma que entre una vida lúcida y una vida convencional.
Seguro que muchos os preguntáis cómo se pueden tener sueños lúcidos.
La clave está ahí, aunque más adelante os diré algunos ejercicios. Mientras tanto, pensad si queréis hacerlo o no. No es una práctica peligrosa, pero es lanzarse al agua del autoconocimiento.
Vosotros veréis si queréis abrir esa caja de Pandora.

13 julio 2006

Apertura y Consciencia

Abrir la mente no es suficiente. También es necesaria la consciencia.
Los arquetipos y la fe que tenemos en el fondo nos protegen del delirio. Si destruimos esas torpezas mentales, estaremos indefensos ante la cruda realidad. No es inteligente matar a Dios, hay que absorberlo. Hay que ser Dios.
Dios no es más que un espejismo creado para taponar una vía peligrosa para nosotros, algo que no podemos entender y que nos conduciría a la locura. Matar a Dios es mutilarse. Es hacerse más animal.
Es necesario entender el fenómeno Dios, entendér por qué lo inventamos y por qué lo necesitamos, y aprender a vivir esa parte de nosotros mismos sin necesidad de pantomimas.
Dios, la fé... son como la morfina. Algo que nos mantiene anestesiados mientras no somos capaces de asumir el dolor de nuestra enfermedad espiritual.
Si quitamos esa anestesia, el dolor puede ser muy fuerte: dolor existencial, crisis de fé.
Hay que ser constructivos, no destructivos. La destrucción es mucho más fácil, pero más dolorosa y traumática.
Hagamos un mundo nuevo, una espiritualidad nueva, seamos dioses, tengamos consciencia, no solo apertura.
Este mundo se está abriendo cada vez más, y es como una manada de potros llenos de hormonas. Mucha fuerza, pero sin ninguna conciencia.
La revolución de internet, la comunicación mundial, la era de la información,... todo esto está acabando poco a poco con las religiones, y eso es maravilloso, pero empecemos a construir algo, porque si no, nos vamos a quedar inválidos después de tanto seísmo. ¡¡¡Seamos constructiv@s!!!
Categorías en Del.icio.us: ,

Egos y Dioses

El ego es feroz, no conoce límites. Él en sí es un límite, pero el ego no se conoce a sí mismo, por tanto el ego no conoce límites.
Personalmente, no soy quién para negar la existencia de un ente, un ser, o incluso algo por encima del ser o no ser, que pueda ser llamado Dios.
El ego es el sustento de las religiones, y también de la ciencia. Ambas escuelas son escuelas de fe. La ciencia, bueno, más bien el científico (no culpemos a la pobre ciencia), cree en un no-Dios, porque cree en la ciencia como único medio de conocimiento. Me parece que hay que ser un poco más abiertos.
Por otro lado, la religión cree en un Dios hecho a imágen y semejanza del hombre. Tanto se parece el Dios creado a su progenitor, el hombre, que le emula incluso en su afán de inventar seres a su imágen y semejanza y "jugar" con ellos. El hombre retrata a su ego tanto en Dios como en la ciencia.
Echad un vistazo a la biblia, sobre todo al antíguo testamento, y veréis cómo Dios no es más que un retrato mitificado del ego humano. El hombre creó a Dios a su imágen y semejanza.
La ciencia a su vez hace lo mismo. Cuántas veces hemos escuchado a religiosos criticar a la ciencia por querer "jugar a ser Dios".
La palabra "juego" se repite algunas veces en este razonamiento. Quizás porque el ego es de naturaleza lúdica.
Esto que voy a decir es más que nada una sensación no muy definida, porque no llego a tan altos vuelos en mi conocimiento, pero a ver si a vosotros también os pasa: creo que el ego no es capaz de ser feliz. Es simplemente un constructor de realidades virtuales autocomplacientes, pero a lo más parecido a la felicidad que puede aspirar es al entretenimiento. En la vida, los momentos de más felicidad son de menos ego, y los de más ego, son los de entretenimiento. Ya os digo, que es solo una sensación.
Pienso en los momentos en los que tengo un nivel más bajo de conciencia y es cuando más tiendo a jugar a videojuegos, ver películas estúpidas, consumir pornografía y leer chorradas.
Pienso en los momentos en los que tengo un nivel más alto de conciencia y es cuando menos soy yo, el yo que yo mismo tengo por yo, pero a la vez me siento más auténtico, más poético, más fluido, creativo y abierto. Y son momentos de mucha más felicidad.
Desde mi experiencia del fenómeno de mi propia mente, percibo que esto es así, que la persona que soy, la persona cotidiana, no es más que una máscara. El verdadero yo no existe como tal yo, o al menos no lo necesita, y ahí es donde se crea el espacio para que exista la felicidad.
Es como si la felicidad no fuera algo que se pueda realmente experimentar, no de la forma convencional en la que entendemos que un yo experimenta algo. Es más bien como si la felicidad fuera el estado natural de nuestra mente, pero el ego, la idea egótica con la que nos identificamos, ocupa cotidianamente ese espacio creando una ilusión en la que felicidad y sufrimiento son dos opuestos, dos sensaciones. Yo creo que la felicidad tiene una entidad mucho más sólida, el sufrimiento es mucho más volátil, es un espejismo creado por el espejismo de ser nosotros mismos.
Supongo que pensaréis que es un poco pretencioso hablar de estados tan altos de conciencia no siendo "un iluminado", pero creo que me lo puedo permitir, yo y cualquiera de vosotros. Dejemonos de falsa modestia, experimentemos la mente y su espiritualidad de una forma directa, sin intermediarios ni intérpretes. Cara a cara.
Efectivamente, no soy un iluminado, pero no creo que haga falta serlo. El ego no es todo o nada. Quizás nuestras mentes rutinarias se mueven día a día entre el 80% y el 100% (por decir un porcentaje) de reinado del ego, pero ese 80% ya deja un espacio del 20% en nuestra mente para la felicidad, y eso es todo un éxtasis para nosotros. Podemos percibir esa diferencia, todas las mentes oscilan, nadie está igual de adormecido siempre, todos tenemos breves momentos de lucidez relativa. Aunque no sean más que tristes chispazos, ya son algo para poder experimentar qué ocurre cuando no es el ego el que ocupa todo nuestro cerebro.
Muchos habéis pensado que soy absolutamente antirreligioso por las cosas que escribo, y puede ser que así sea, tal como se entienden las religiones en la actualidad, pero desde luego, no soy antiespiritual.
Pienso que el ser humano es responsable de su evolución. No está mal que hayamos inventado dioses y religiones, eso nos ha servido durante un tiempo a muchos para comunicarnos con nuestra parte espiritual profunda a base de esos arquetipos, pero ya se nos ha acabado el cuento. Hemos pervertido nuestros sistemas religiosos al servicio del ego, y ya no nos sirven, sino que somos sus esclavos. Ha llegado el momento de dar otro salto, y estoy convencido de que lo vamos a dar (llamadme iluso). Necesitamos aprender a desarrollar nuestra mente hacia niveles más altos de conciencia sin ser esclavos de estos sistemas corruptos dirigidos por mentes envenenadas.
Esto es una cosa muy gorda, un cambio muy fuerte, que en realidad engloba a muchos otros cambios, como por ejemplo, aprender a cambiarnos a nosotros mismos antes de intentar cambiar el mundo, aprender a valorar la experiencia de la vida como una escuela y entender eso como una responsabilidad de cada ser...
Creo que un primer paso podría ser revisar nuestra propia fe. Hacer una regresión al punto en que inventamos a Dios, y empezar desde cero pero sin perder nuestra experiencia. Podríamos ser todos dioses, reconciliarnos con el dios que hemos separado de nosotros mismos "endiosándolo" en un pedestal y desterrándolo de nuesta mente. Vivir lo sagrado de la vida en nuestra experiencia directa con ella, no a través de un ser imaginario. Dejar un poco de espacio en nuestras mentes, darnos un poco de soltura.
La meditación es algo que recomendaría en este sentido, pero si de algo quiero escapar en este texto es de los métodos, convenciones, recomendaciones y escuelas, así que tomadlo de la forma más ecuánime posible, no os fiéis de mí, tomad solo las cosas que nazcan de vuestro interior, lo que sea vuestra propia escuela.
Para mí, ser ecuánime en cuanto al aprendizaje significa no servir al propio ego, es decir: no temas copiar a fulanito porque necesitas ser tú mismo, ser original, porque nadie es original, está todo inventado. Y no temas no copiar a fulanito porque es un tío respetable y es guay seguirle, porque estarás impidiéndote ir por tu cuenta, seguir tu propio camino, y serás un zombie espiritual.
Tanto la necesidad de emular como la necesidad de ser original son construcciones mentales que siempre traen torpeza en el aprendizaje. Experimenta las cosas de forma directa, sin miedo, y si lo que dice fulanito te toca el corazón, entonces sigue a tu corazón, no a fulanito. Si la meditación trae felicidad a tu vida, sigue a esa felicidad y usa el método, pero que el método no te use a tí, porque serás esclavo del método, y del payaso espiritual que lo esté patentando en ese momento.
Un saludo a tod@s.
Categorías en Del.icio.us: , ,